top of page

Historia de la Asociación de María Auxiliadora, Pedro Alonso - Monte Alto

 

Introducción. San Juan Bosco y la Archicofradía de María Auxiliadora

 

     «Don Bosco es un santo mariano» [1]. Así de contundente se mostró Henri Bosco cuando escribió la biografía del fundador salesiano. La devoción de San Juan Bosco a la Virgen María encontró en el título de “Auxiliadora” la motivación de toda una línea espiritual y apostólica que desde tiempo atrás venía madurando y que culminó en diciembre de 1862 con la decisión de levantar en Turín una iglesia digna y grande en honor de María Auxiliadora. Ese imponente santuario fue construido, con la ayuda de la Virgen, entre 1864 y 1868. El 9 de junio de ese año se consagró la iglesia en una gran ceremonia presidida por Monseñor Riccardi, arzobispo de Turín.

     Desde esos momentos, San Juan Bosco quiso que los fieles venerasen a la Santísima Virgen de una manera viva y auténtica. Mas su sentido de eclesialidad no permitió que esto ocurriera de forma individual, sino en comunidad y en unión. Por eso, vio en la fundación de una asociación de fieles la respuesta a sus deseos y procedió a realizar los trámites necesarios para ello. Así, a principios de abril de 1869, Don Bosco pedía filialmente al arzobispo de Turín la aprobación canónica de la Asociación y Monseñor Riccardi contestaba favorablemente el 18 de ese mismo mes [2]. Era la Asociación de los Devotos de María Auxiliadora un instrumento privilegiado para «extender la devoción a la Beata Virgen y la veneración a Jesús Sacramentado» [3]. Pero Don Bosco, buscando una mayor difusión de esta nueva obra, consiguió del papa Pio IX el breve Sodalitia Fidelium de 5 de abril de 1870, por el que se elevaba a Archicofradía su Asociación, con facultad de agregar a ella otras asociaciones semejantes ya existentes o por erigirse, siempre que radicaran en la archidiócesis de Turín. Con sucesivo breve Expositum Nobis del 2 de marzo de 1877 la facultad se extendía a todas las diócesis del Piamonte.

     Después de la muerte de Don Bosco, León XIII, primero con el breve Admotae Nobis preces del 25 de junio de 1889, concedía la facultad de agregación de todas las asociaciones semejantes «erigidas o por erigirse en cualquier iglesia u oratorio público pertenecientes a la Sociedad salesiana y donde se encuentren»; luego, con el breve Cum multa del 19 de enero de 1894 confería para siempre al rector mayor de los Salesianos y a sus sucesores la facultad de poder «válida y lícitamente erigir otras asociaciones del mismo nombre e instituto en todo lugar donde existan casas e iglesias de la Congregación y agregar las asociaciones erigidas a la citada Archicofradía»; dos años después, con el breve Sodalitas del 25 de febrero de 1896 concedía al rector mayor y a sus sucesores la facultad de «agregar a la misma Archicofradía existente en la iglesia de María Auxiliadora en Turín, otras asociaciones del mismo fin y tenor en cualquier iglesia o diócesis donde fueran erigidas canónicamente». Finalmente, la Sagrada Congregación de los religiosos con rescripto del 31 de julio de 1913 concedía el privilegio de que el rector mayor pudiera erigir canónicamente las Asociaciones de los Devotos de María Auxiliadora también en las casas del Instituto de las FMA y agregarlas a la Primaria de Turín [4].

     La Asociación de María Auxiliadora fue una gran obra para un gran deseo. Como señalaron Lemoyne y Fierro en su preciosa biografía sobre el santo de I Becchi, «interesaba sumamente a Don Bosco el culto de María Auxiliadora para demostrar también su gratitud filial a esta celestial Madre, que tan pródiga se mostraba con él en gracias extraordinarias» [5]. Hoy, el sueño de Don Bosco está cumplido con creces: hay actualmente en el mundo 3.350 asociaciones, de las cuales 1.606 realizan su acción pastoral en la presencia de los SDB, 1.266 en la de las FMA y 478 en diversas diócesis [6]. Sólo en España hay 193 asociaciones y 73.833 asociados [7].

 

1. La devoción a María Auxiliadora en España

     Sin duda, el gran estandarte de los salesianos era María Auxiliadora, la Virgen de Don Bosco. No había lugar donde fueran a fundar que no llevasen la devoción a la Auxiliadora. Muy pronto, estando Don Bosco vivo, los salesianos llegaron a España. En 1881, inauguran su primera casa en Utrera, a la que le sigue la de Sarriá (Barcelona) de 1884, donde incluso llegó a vivir durante un mes San Juan Bosco (1886). Inmediatamente a ellas, le sigue un rosario de fundaciones: Barcelona-Rocafort (1890), Gerona (1891), Sevilla-Trinidad y Santander (1892), Rialp (1893), Vigo (1894), Sant Vicenç dels Horts, Málaga y Béjar (1895), Carmona y Écija (1897), etc. [8] Por su parte, las Hijas de María Auxiliadora, que llevan a la Virgen en su propio nombre, también fueron un factor clave en la extensión del amor a esta advocación en tierras españolas. En un primer momento, las salesianas se establecen en Sarriá (Barcelona) en 1886 y a partir de ahí comienzan su particular peregrinación de fundaciones por toda la Península. De esta forma, se dieron la de la Casa de Valverde del Camino (1893), la de Sevilla (1894), la de Écija (1895), la de Barcelona (1896) y la de Jerez (1897) [9].

     La Casa de Jerez se abrió el 8 de noviembre de 1897, con la presencia de la Consejera Generalicia Madre Emilia Mosca, que la dejó encomendada a una comunidad de seis hermanas, con Sor Antonietta Amat como directora [10]. A partir de entonces, María Auxiliadora comienza a ser un referente en la devoción particular de los jerezanos, que ven en Ella la expresión divina del amor, entrega y ternura de las salesianas por Jerez.

     Es cierto que los primeros momentos de las Hijas de María Auxiliadora en la ciudad no fueron nada fáciles, pero la Providencia hizo que pronto el colegio de las salesianas de la calle Pedro Alonso fuera un referente educativo y espiritual para Jerez. Cada vez tenían más alumnas en sus aulas y en su oratorio. La generosidad de muchos jerezanos, quizá prendidos de la belleza de María Auxiliadora, hizo que la de Jerez se convirtiera en una de las fundaciones más importantes de toda Andalucía.

 

2. La imagen de María Auxiliadora de Pedro Alonso

    Cuando se inauguró la Casa, la Virgen que presidía la capilla era un cuadro traído de Turín, probablemente reproducción del que pintó Lorenzone para Don Bosco en 1865, y ese lienzo rindieron culto las hermanas y sus alumnas en consonancia con las necesidades de los comienzos. Sin embargo, un hecho clave iba a cambiar hasta hoy la historia del Colegio. El 28 de marzo de 1899 visitó Jerez el beato Miguel Rúa, primer sucesor de Don Bosco, y pudo contemplar con sus propios ojos la precariedad en la que vivían las hermanas [11]. Don Rúa, en su visita que duró sólo un día, consiguió una serie de bienhechores para las salesianas, que desde entonces no las abandonaron ante las distintas adversidades de la época, prometiéndoles además una nueva imagen para que presidiera la capilla. Las hermanas no se lo creían. Pero, finalmente, llegó el día esperado. El 20 de mayo de 1900, las Hijas de María Auxiliadora recibían en su casa la nueva imagen de la Virgen: una preciosa talla de madera realizada posiblemente en el taller de los hermanos Agapito (1833-1905) y Venancio (1826-1919) Vallmitjana. Durante esos días, hubo grandes días de fiesta, celebrándose en la parroquia de San Miguel un solemne triduo, en el que predicaron los sacerdotes Antonio Albertos, Miguel Muñoz y Francisco Gallardo. El día 30 de mayo, durante una devotísima ceremonia el párroco José María Ruiz bendijo la sagrada imagen [12]. Actuaron como padrinos José Domecq y su hermana la condesa de Puerto Hermoso.

     La devoción de los jerezanos por María Auxiliadora, y en especial la de los vecinos del extensísimo barrio de San Miguel, hizo que el 24 de mayo de 1913, a instancias de un grupo de señoras piadosas denominado “Damas de Honor de Nuestra Celestial Madre María Auxiliadora”, germen de la futura Asociación, se regalase a la Santísima Virgen y a su hijo Jesús unas nuevas coronas realizadas en plata sobredorada, que son precisamente las que hoy se conservan. El diario El Guadalete lo relataba de la siguiente forma: «En la capilla de las religiosas salesianas ha comenzado el solemne triduo a María Santísima Auxiliadora. La preciosa y artística hornacina se halla elegantemente exornada. Por la mañana fue coronada la Santísima Virgen, con hermosa corona de oro y piedras, donada por numerosos fieles. Celebró el santo sacrificio el presbítero D. José María Ruiz y Ruiz. Asistieron numerosos fieles. La organista del convento y varias señoritas cantaron admirablemente preciosos motetes» [13]. Esas mismas coronas fueron enriquecidas en 1922, cuando la marquesa de Bertemati las embelleció con unos diamantes de sus propias joyas.

     No obstante, la imagen de María Auxiliadora no sólo conoció momentos fáciles de especial amor a ella, sino también episodios de tremenda incertidumbre y aun peligro. En efecto, durante los primeros meses de vida de la II República, el clima de violencia y sentimientos antirreligiosos de nuestra ciudad hizo que las salesianas confiaran la custodia de la Virgen a una señora de una casa cercana al Colegio, trasladándose a ella el 23 de septiembre de 1931. Y más tarde, en plena Guerra Civil, la imagen se ocultó en otra casa el 24 de noviembre de 1936. Debieron de ser momentos realmente tristes para las hermanas y para los devotos de María Auxiliadora, al ver que la capilla no estaba presidida por la Señora de la Casa. Una vez finalizadas las disputas, la Virgen volvió a su camarín.

     Pero la Virgen era cada vez más y más querida en el barrio y en todo Jerez y el 24 de marzo de 1960, el Ayuntamiento de la ciudad dedicó la calle Pedro Alonso a María Auxiliadora, descubriéndose en la esquina del edificio con la calle Caballeros el gran azulejo de la Virgen, que hoy se encuentra en uno de los patios del Colegio de Monte Alto. Fue un acto que contó con la presencia del alcalde de Jerez, Tomás García Figueras, y con una plática del Padre Juan Torres Silva, canónigo de la Iglesia Colegial y gran devoto de María Auxiliadora [14].

     Las nuevas necesidades educativas hicieron que las salesianas tuvieran que plantearse el cambio de casa. El colegio de Pedro Alonso se había quedado pequeño para tantas alumnas y era hora de encontrar algún terreno donde edificar uno nuevo más acorde con los requisitos de educación propios de los años 60. Así, a partir de 1968 se empezó a construir el colegio en la zona de Monte Alto, por aquel entonces casi despoblado. Cuando se inauguró, se alternaron las clases en Pedro Alonso y en Monte Alto, hasta que finalmente la casa del centro se cerró en 1974. El 13 de marzo vino la última inquilina de la casa: la Santísima Virgen. Desde entonces, preside la capilla y los corazones de todos los alumnos del colegio.

 

3. La Asociación de María Auxiliadora de Pedro Alonso y Monte Alto

     Las Asociaciones de María Auxiliadora agregadas a la Primaria de Turín van apareciendo como norma general a los pocos años de haberse fundado la Casa donde se fundan. En Sevilla, por ejemplo, la Casa se crea en 1892 y la Asociación en 1896. Por motivos que se nos escapan, en el caso de Jerez la erección de la Asociación hubo de esperar algún tiempo más.

     Ya se ha señalado cómo en 1913 un grupo de mujeres, llamado “Damas de Honor de Nuestra Celestial Madre María Auxiliadora”, promovió el regalo de unas coronas de plata sobredorada para la Virgen y el Niño. Fue este, sin duda, el preámbulo de la creación de la Asociación de María Auxiliadora, pues, finalmente, el 24 de noviembre de 1914, el arzobispo de Sevilla, Don Enrique Almaraz y Santos, siguiendo las disposiciones canónicas de la época, firmó el decreto de erección y agregación a la Primaria de Turín, que se verificó con el número 302 por Don Pablo Albera, Rector Mayor y segundo sucesor de Don Bosco. El título de agregación se renovó el 29 de julio de 2004, por Sebastiano Viotti, secretario de la Primaria de Turín, a petición de Sor Carmen Martínez Ruiz, FMA., directora espiritual de la Asociación en aquellos momentos.

     La vida cotidiana de la Asociación en sus primeros años de existencia es difícil reconstruirla por la escasez de documentación con la que contamos. Los periódicos de la época sólo se detienen a señalar las noticias de los cultos del mes de mayo [15] y las crónicas de la Casa no prestan demasiada atención a recoger datos de la Asociación. Por suerte, se conserva en el archivo de la Asociación el Registro della Associazione dei Devoti di Maria Ausiliatrice, un cuaderno enviado desde la Curia del Instituto de Hijas de María Auxiliadora en Italia donde eran apuntados todos los inscritos en la Asociación. Sin embargo, se tiene constancia de la existencia de uno anterior, perdido en el traslado a la Casa de Monte Alto. El registro conservado comienza en 1937 y es inaugurado por el asiento de la “Excelentísima Señora Duquesa de Algeciras”, María de las Mercedes de Hoyos y Sánchez, con residencia en la calle Lealas, 20 [16]. Los miembros de la Asociación eran todos femeninos y hasta el año 1966 no aparece el primer hombre registrado en dicho cuaderno.

     Entre algunos de sus miembros, destacan las que luego fueron religiosas salesianas, como, por ejemplo, Sor Petra Corpas Vázquez, Sor María F. Núñez Muñoz, Sor Mercedes Toledano Serrano, Sor Carmen Martínez Ruiz, Sor Herminia García López, Sor Oliva Ramírez Loaysa o Sor María Luisa Lagares Cantero.

     Al trasladarse la Casa a Monte Alto, el ingreso de nuevos miembros de la Asociación se ve mermado considerablemente. De hecho, desde 1971 a 1977 no ingresa nadie en la Asociación, signo inequívoco de que el traslado del Colegio supuso un desconcierto en la vida ordinaria de la Asociación.

     A partir de entonces, hubo varios intentos de revitalizarla, en especial a partir de 1986, cuando Sor Petra Corpas se hace cargo de la dirección espiritual de la Asociación y consigue con una nueva junta darle un poco de vida a la misma. No obstante, poco tiempo después la Asociación vuelve a caer y no es hasta a partir de 1995, con la labor de Sor Emilia Álvarez, nueva directora espiritual, y el impulso del centenario de la Casa en 1997 cuando se le vuelve a dar un nuevo impulso del que ya no bajará, lo cual también es debido a la ilusión y esfuerzo que en todo momento pusieron sus últimos presidentes:

 

María Dolores Moreno Barro, hasta 2001.

Mª Ángeles Fernández Fernández, 2001-2005.

Maruja Caballero Salguero, 2005-2013.

José Antonio García Cabral, desde 2013.

 

    Naturalmente, la presencia en la Asociación de la Hijas de María Auxiliadora ha sido clave en el mantenimiento del carisma de Don Bosco y en la propagación de una devoción madura y auténtica a María Auxiliadora. Las últimas directoras espirituales de la Asociación han sido:

 

Sor Petra Corpas Vázquez, 1986-1995.

Sor Emilia Álvarez Vélez, 1995-2001.

Sor Carmen Martínez Ruiz, 2001-2010.

Sor Emilia Álvarez Vélez, desde 2010.

 

     Sin lugar a dudas, la celebración del Centenario de la Asociación durante el año 2014 está impulsando definitivamente la vida de la Asociación, cuya fuerza quedó plasmada en la participación en el Vía Lucis Mariano que, con motivo del Año de la Fe convocado por el Papa Benedicto XVI, organizó la Unión de Hermandades de Jerez el pasado 20 de abril de 2013. En esta ocasión, pudimos ver a la Virgen volviendo a San Miguel, aquella iglesia que tanto supo de la devoción salesiana durante la primera etapa de nuestro Colegio. Fue, ciertamente, la mejor antesala del Centenario celebrado el pasado 2014.

 

_______________________________

[1] Henri Bosco, Don Bosco, Madrid, Central Catequética Salesiana, 1965, p. 170.

[2] Previamente a ello, en el mes anterior el papa Pio IX, íntimo amigo de Don Bosco, había concedido una serie de indulgencias para la aún non nata Asociación, con el deseo de bendecir por adelantado los frutos de sus obras. Todos los documentos son recogidos por el propio santo en su obrita Giovanni Bosco, Associazione de’ Divoti di Maria Ausiliatrice canónicamente eretta nella Chriesa a Lei dedicata in Torino con ragguaglio storico su questo titolo, Turín, tip. Dell’Oratorio di san Francesco di Sales, 1869.

[3] Juan Bosco, “Reglamento de los devotos de María Auxiliadora”, (2), en Pier Luigi Cameroni, ADMA. Asociación de María Auxiliadora. Un itinerario de santificación y de apostolado según el carisma de Don Bosco, Madrid, Editorial CCS, 2013, p. 74-75.

[4] Las referencias históricas están tomadas de Alfons M. Stickler, “L’Associazione dei devoti di Maria Ausiliatrice”, en L’Immacolata Ausiliatrice. Relazioni commemorative dell’anno Mariano 1954, Turín, S.E.I., 1955, pp. 299-312.

[5] Juan B. Lemoyne y Rodolfo Fierro Torres, Vida de San Juan Bosco, Madrid, Sociedad Editora Ibérica, 1957, p. 496.

[6] Salesianos en formación. Espiritualidad mariana en Don Bosco, Hogares de Don Bosco, 2013.

[7] Pilar Chinchilla, FMA., Alocución al inicio del Centenario de la Asociación de María Auxiliadora, Pedro Alonso - Monte Alto, Jerez, 2013.

[8] José Antonio Rico, “María Auxiliadora en España”, en Rafael Alfaro (coord.), Don Bosco. Cien años en España, Madrid, Central Catequística Salesiana, 1980, pp. 48-49.

[9] María F. Núñez Muñoz, Las Hijas de María Auxiliadora en Andalucía y Canarias: 1893-1993, Sevilla, Inspectoría de María Auxiliadora, 1994, pp. 13-21.

[10] Sobre esta la historia de esta Casa, vid. ibídem, pp. 149-161, y Francisco Sambruno Ramírez, “Salesianas en Jerez: una realidad centenaria”, en Idem (dir.), Ella lo ha hecho todo. Publicación conmemorativa de la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos de Jerez de la Frontera en señal de profundo y sincero agradecimiento al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora por sus Cien años de servicio típicamente salesiano en Jerez y a la Sociedad de San Francisco de Sales por sus Cincuenta años de entrega al Pueblo jerezano desde el Colegio Salesiano “Padre Torres Silva”, Jerez, AA.AA. Salesianos de Jerez, 1997, pp. 33-50.

[11] Una crónica de la visita de Don Rúa a Jerez en El Guadalete, 29 de marzo de 1899, nº 13319, p. 1.

[12] Francisco Sambruno Ramírez, “Salesianas en Jerez”, cit., p. 40.

[13] El Guadalete, 25 de mayo de 1913, nº 18415, p. 1.

[14] Archivo de la Inspectoría de María Auxiliadora (en adelante AIMA), Sección L, 1.3. ADMA, Asociaciones Península, ADMA Jerez-Monte Alto. Tarjeta de invitación.

[15] «En el altar mayor se halla una hermosa imagen de María Auxiliadora, rodeada de preciosas y olorosas flores, luciendo además artístico alumbrado». El Guadalete, 23 de mayo de 1915, nº 19025, p. 1.

[16] Aquilino Duque, Un monumento jerezano. Calle Lealas, 20, Jerez, 2008.​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​

San Juan Bosco

Santuario de María Auxiliadora en Turín

Cuadro de María Auxiliadora, Lorenzone (1865)

Madre Emilia Mosca, FMA.

Alumnas en clase en el Colegio de Pedro Alonso

Beato Miguel Rúa, Primer Sucesor de Don Bosco

Imagen de María Auxiliadora

Mons. Cirarda Lachiondo, obispo auxiliar de Sevilla, reza devotamente delante de la imagen de María Auxiliadora en la capilla del Colegio de la calle Pedro Alonso.

El Colegio de Monte Alto en construcción

Llegada de la imagen de María Auxiliadora al Colegio de Monte Alto

La Virgen entra en su nueva casa

María Auxiliadora llega a San Miguel, el 19 de abril de 2013, con motivo del Vía Lucis Mariano

María Auxiliadora aguarda su salida en San Miguel para su participación en el Vía Lucis Mariano

María Auxiliadora saliendo de San Miguel, el 20 de abril de 2013, día de la celebración del Vía Lucis

María Auxiliadora en la Alameda Vieja, eje central del Vía Lucis Mariano

bottom of page